14 de febrer, 2015
20 de gener, 2015
Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #40).
Dia 20.
Entrada 40.
Siguen los obstáculos surrealistas. Por el
camino donde bajábamos nosotros ha aparecido una estampida de vacas
lanzadas a la carrera, con los cuernos por delante y muy mala leche
(estas cosas se intuyen. Algo sé de vacas). Era como en los
sanfermines, si los toros fuesen todos en un sentido y los mozos en
el contrario.
Hemos tenido que esquivarlas una por una, a velocidad supersónica:
una por un lado, otra por el otro, pasando hábilmente entre otras
dos...
Como puede intuirse, el ataque era premeditado. Un tipejo con un
perro iba azuzando a las vacas contra nosotros. Al verle, hemos
saltado a lo “tigre y dragón” y hemos eliminado al tipo con el
“soplamocos de la grulla que te pone mirando a Cuenca”.
Sin el fantoche para dirigirlas, las vacas han continuado su
estampida sin rumbo ni dirección. De todas maneras, justo antes de
pasar, la última de ellas ha soltado un traicionero latigazo con la
cola a mi pareja, con tan mala pata que la ha hecho girar con triple
tirabuzón y me ha caido encima. Auch.
Me ha roto lo menos
9 costillas. Se acabó el viaje.
12 de gener, 2015
13 de desembre, 2014
Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #38).
Entrada 38.
Me da la impresión que alguien nos sigue. Si, no es una
manía persecutoria. Mientras andamos por el camino, me giro con
cierta frecuencia y siempre encuentro allí a alguien que se
aproxima. Intentan disimular. Lo se. Tratan de parecer peregrinos,
pero creo saber quienes son. Me parece que siguen tratando de
atraparme después de aquél asunto de los misiles nucleares que
vendí a una pirotecnia cuyos propietarios tenían cierto acento
caucasiano.
He hablado con ella del asunto. Juntos, hemos preparado una trampa
para osos, de esas con estacas en el fondo. Nos hemos emboscado y
hemos esperado a los espías. Por fin, han caido. Hemos salido del
escondrijo y hemos acabado de rematarles con un yunque que hemos
encontrado por ahí.
Pensaba que serían del MOSSAD, del KGB o de la CIA, pero no ha
habido manera de encontrar sus identificaciones. Tal vez las hayan
cambiado y ya no sepa reconocerlas. En fin: hemos tapado la trampa lo
mejor que hemos podido y, ya con más tranquilidad, hemos continuado
el camino. Al poco me he girado. ¡Maldición! ¡Dos tipos más nos
seguían!
La mañana ha sido
muy larga.
19 de novembre, 2014
12 de novembre, 2014
Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #37).
Dia 19.
Entrada 37.
Cae la noche en la frontera galaico-leonesa. Son
muchas las historias que hablan de terribles accidentes de tráfico
cuyas víctimas vagan, aún en pena, por los alrededores de los
lugares donde perecieron.
Éste tipo de historias me pone de un humor de perros. No me gusta
nada contra lo que no pueda enfrentarme con mi magnum 45.
La noche de hoy era especialmente tenebrosa. Un viento que helaba el
espíritu hacía tintinear un móvil de tubos de hojalata. Nosotros
estábamos forcejeando en la oscuridad con la cerradura del siniestro
hotel donde nos alojábamos, a pie de carretera.
De repente, hemos visto luces acercándose por la carretera. Eran 4
luces paralelas que se aproximaban a cierta velocidad, 2 delante y
dos detrás. Lo que nos faltaba: extraterrestres. Afortunadamente, en
mi vida he tenido contactos con algunos agentes de importantes
agencias americanas, y me explicaron algunas cosillas. Nos hemos
quedado ambos de pie junto a la carretera y hemos puesto cara de
alelaos, con la mirada perdida. Es lo que hay que hacer. Ciertas
civilizaciones del espacio exterior no pueden distinguirnos si nos
quedamos quietos como estatuas. De manera que nos hemos puesto allí,
mirándoles, muy quietos.
Y ha resultado que no eran extraterrestres. Mas bien un par de coches
que, por alguna razón, después de vernos han comenzado a dar
volantazos hasta que uno se la ha pegado contra un alcornoque y el
otro se ha despeñado por un barranco.
Nos hemos mirado y
los dos nos hemos lanzado a ayudar. Los hemos rematado con
misericordia y hemos desaparecido de la zona a toda velocidad.
20 d’octubre, 2014
06 d’octubre, 2014
Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #36).
Entrada 36.
A cada día que pasa, nuestras heridas se incrementan. El primer día ya se nos llenaron los pies de llagas. Pensé que la cosa se iría curando, pero no. Va a peor. Al día siguiente, las llagas estaban infectadas. Al otro chorreaba la pus. Al siguiente, pústulas supurantes nos cubrían el cuerpo. Un día más hizo que se nos cayeran las uñas, los dientes y el pelo (el de la cabeza, porque lo que es el de la barba, interior de nariz y orejas y de la espalda, ¡eso no se va ni con una motosierra!). Ahora nos sostenemos sobre muñones, pero seguimos avanzando, preguntándonos qué será lo próximo o si es que acaso la tierra de Galicia pueda ser radiactiva.
A cada día que pasa, nuestras heridas se incrementan. El primer día ya se nos llenaron los pies de llagas. Pensé que la cosa se iría curando, pero no. Va a peor. Al día siguiente, las llagas estaban infectadas. Al otro chorreaba la pus. Al siguiente, pústulas supurantes nos cubrían el cuerpo. Un día más hizo que se nos cayeran las uñas, los dientes y el pelo (el de la cabeza, porque lo que es el de la barba, interior de nariz y orejas y de la espalda, ¡eso no se va ni con una motosierra!). Ahora nos sostenemos sobre muñones, pero seguimos avanzando, preguntándonos qué será lo próximo o si es que acaso la tierra de Galicia pueda ser radiactiva.
28 de setembre, 2014
04 de setembre, 2014
Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #35).
Dia 18. Entrada 35.
Hemos encontrado un conejo muerto en medio del camino. Bueno, muerto no es la palabra que debería usar, sino más bien, vilmente asesinado. Tras el primer cadáver, hemos encontrado un segundo, en las mismas condiciones. Muerto. De una muerte no-natural. Alguien está matando conejos. Algo más allá hemos visto un tercer cadáver. Y éste era el más inquietante de todos, pues estaba decorado como si se tratara de un sacrificio ritual. Tenía un círculo de piedras a su alrededor y hojas de árbol y plumas adornando su cabecita sin vida.
Y mi rabia ha explotado. ¿¿Quién, pregunto, quién es capaz de cometer semejantes fechorías a éstas adorables criaturas?? Tal como está dispuesto el ritual, tiene que tratarse de una secta mata-conejos. ¿Qué grandes males podían causar los conejitos? He decidido que los asesinos tenían que pagar. Lástima que no los tuviera a mano ni pudiera pararme a esperarlos. Da igual. El siguiente labriego que hemos visto ha pagado por todos. Lo hemos sodomizado violentamente con el mango de su azada y le hemos dispuesto alrededor otro despliegue ritual, para mostrar a los mata-conejos lo que les ocurriría si volvían a las andadas.
Pero al rato hemos continuado, y hemos podido comprobar como una vez más, la incomprensión humana juega en favor de los que menos lo merecen. Una bandada de conejos con lanzallamas, estaban arrasando una aldea y trajinándose a las mujeres. Han caido sobre nosotros y nos han hecho prisioneros. Nos han atado a un poste y se divierten lanzándonos hachas. Hasta ahora no han acertado, pero a cada ronda que pasa, lanzan desde un paso menos de distancia. Solo es cuestión de tiempo que acierten. Es el fin del diario.
30 d’agost, 2014
13 de juliol, 2014
Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #34).
Entrada 34.
Nos los hemos cargado a todos. Hay que ver lo eficaz que puede llegar a ser un cortauñas bien afilado y una púa de pendiente en manos de un experto. A nuestro alrededor solo quedan ruinas y desolación, y los restos de los helicópteros derribados.
Bueno, ala, nos palmeamos las manos y seguimos con el camino.
04 de juny, 2014
12 d’octubre, 2013
Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #33).
Entrada
33.
Lo sabía. Nos estaban esperando. Nada más entrar en O’Cebreiro, un
comando de marines han salido rapelando de detrás de las Pellozas y nos
han atacado con subfusiles M-30 y granadas de fragmentación. Los
helicopteros les daban coberura aérea, lanzando misiles a cascoporro.
Nos hemos refugiado en una cabina de teléfonos que ni siquiera devuelve
el cambio. Nuestra situación es desesperada.
Desesperada, si. Admito que
puede que esta situación nos supere. Me despediría de mis seres
queridos. Pero ya no los hay. Todos me traicionaron, y les metí tal
cantidad de plomo que no conseguirían levantarse ni aunque resucitaran y
consiguieran quitarse de encima los dos metros de tierra que les
cubren.
Total, que no me despediré de nadie. Podría llorar, pero dejaré
eso para los débiles y los maricones. Nosotros lucharemos hasta el
final, contra toda esperanza. Disponemos de un cortauñas y la púa de un
pendiente.
Vamos a salir.
Probablemente ésto vaya a ser el fin diario.
05 d’octubre, 2013
Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #32).
Dia
17.
Entrada 32.
Seguimos en el camino. Está siendo muy fácil. Demasiado
fácil. Sospechosamente fácil. Y sé el motivo. Hasta ahora hemos
caminado por tierras leonesas. Los obstáculos no han pasado de ser
cuatro tonterías: largas distancias, pendientes extremas, lluvia
pertinaz, refugios sin papel de WC... ¡Mariconadas! Pero ahora entramos
en Galicia y las apuestas van a aumentar seguro. ¿¿O qué se piensan
estos peregrinos medio moñas?? ¿Que la indulgencia la regalan? ¡Ni
hablar! ¡Han venido a hacer penitencia, y penitencia tendrán! Puedo
imaginar perfectamente los campos minados, las trampas con estacas, los
tiradores apostados en los bosques disparando al peregrino... Solo los
mejor preparados pasarán. Y el que no supere dichas penitencias... Se va
a ir al infierno por la vía rápida.
28 de setembre, 2013
Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #31).
Dia
16.
Entrada 31.
Hoy ha conseguido acojonarme de verdad. La he encontrado arrancándose las uñas de los pies salvajemente, mientras reía, toda ensangrentada. Sé que lo ha hecho para demostrarme que no teme el dolor. Puede resistir cualquier tortura. ¡Está completamente chalada! Ahora recuerdo porqué decidí compartir mi vida con ella.
Entrada 31.
Hoy ha conseguido acojonarme de verdad. La he encontrado arrancándose las uñas de los pies salvajemente, mientras reía, toda ensangrentada. Sé que lo ha hecho para demostrarme que no teme el dolor. Puede resistir cualquier tortura. ¡Está completamente chalada! Ahora recuerdo porqué decidí compartir mi vida con ella.
15 de setembre, 2013
05 de setembre, 2013
Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #30).
Entrada
30.
Hoy sí que he estado a punto de perecer. A punto ha estado de darme la puntilla final y orinarse a horcajadas sobre mi cadáver putrefacto. Y es que, como pasatiempo en el camino, ha empezado a cantar. ¡¡A cantar!! ¡Y yo me quería morir! ¡Me iba a explotar la cabeza! ¡Pero no, ella ha insistido y me ha obligado a hacer los coros! Si: he estado a punto de morir. Más que nunca. De vergüenza.
Hoy sí que he estado a punto de perecer. A punto ha estado de darme la puntilla final y orinarse a horcajadas sobre mi cadáver putrefacto. Y es que, como pasatiempo en el camino, ha empezado a cantar. ¡¡A cantar!! ¡Y yo me quería morir! ¡Me iba a explotar la cabeza! ¡Pero no, ella ha insistido y me ha obligado a hacer los coros! Si: he estado a punto de morir. Más que nunca. De vergüenza.
27 d’agost, 2013
Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #29).
Entrada
29.
Me veo obligado a mencionar aquí a un colectivo profesional
altamente dañino. Una serie de personas que se dedican a hacer
indiscriminadamente el mal a las personas que confían en ellos. Me
refiero a los AUTORES DE GUÍAS DE VIAJE.
Pues
si. El autor de nuestra guía se ha dejado llevar por sus bajas
pasiones. Para empezar, siempre le resta 4 o 5 kilómetros de promedio a
las distancias entre los puntos del camino, de forma que cada vez que
alcanzas dichos puntos, lo haces reventado.
Otra: el tipo nos ha obligado a dar un rodeo la mar de tonto, por nadie sabe qué razón. Cansar al respetable, se conoce.
Pero
la puntilla nos la ha dado con una indicación que decía: “en cierto
cruce no hay señalización. ¡A la izquierda!”, ha exclamado ahí, entre
dos admiraciones tan grandes como sus dos cojones. Total, que nosotros
hemos hallado un cruce sin señalización. Había un camino evidente, que
era el que veníamos siguiendo y dos que surgían a los lados,
perpendiculares al nuestro. ¿Y nosotros qué podíamos hacer? Pues hacerle
caso, que para eso somos los pringados viajeros.
Cuando
hemos llegado a la puta mierda, unos cuantos kilómetros más abajo,
hemos decidido tres cosas: la primera, volver atrás, a retomar el camino
evidente; la segunda, cagarnos en su madre; la tercera, buscarle a él y
a toda su parentela para que puedan conocer muy de cerca como son las
balas de una magnum 45.
03 d’agost, 2013
Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #28).
Entrada
28.
“Noe, te quiero. Gas inflamable”. Dicho mensaje nos lo hemos
encontrado escrito con Spray amarillo en las cercanías de Ponferrada. Lo
cual me ha obligado a detener mis pensamientos en la casta de los
grafitteros. ¿Qué les pasa? ¿Qué oscuros significados ocultan los
extraños mensajes que nos transmiten con su arte?
Pongamos,
por ejemplo, el caso que nos ocupa. ¿Qué
extraño proceso mental es capaz de aunar la querida del artista con cierto gas de alta volatilidad?
¿Es que el gas es una condición previa al acto de amar a Noe?
-Noe, te quiero, pero solo si traes gas inflamable.
¿O
en realidad ama a alguna chica llamada Gas y que pertenece a la familia
de los Inflamable de toda la vida pero desea dar celos a una ex llamada
Noe?
-Noe, que lo sepas: ¡En realidad quiero a Gas Inflamable!
¿El grafittero está acaso pagando el graffitti por palabras y aprovecha para hacer proselitismo del negocio familiar?
-Noe, te
quiero. Por cierto, compre Gas Inflamable, anónimo transeúnte.
Personalmente,
me decanto por un caso de personalidad dual. Por un lado, el tipo es un
romántico. Sin embargo, por el otro, debe sufrir ataques esquizoides
con tendencias pirómanas.
...como nos pasa a muchos.
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