10 de febrer, 2006

La canción del viernes (18) “Joan of arc (Maid of Orleans)” de Orchestral Manoeuvres in the Dark per Peix

¡Feliz viernes!

Hoy y mañana actuará en Barcelona Depeche Mode. Presentándose como una banda de culto y de masas al mismo tiempo, la formación inglesa ha sabido superar el discurso del techno-pop para presentarse en sociedad como un grupo maduro y renovado. Poco o nada tiene que ver con aquellos Depeche Mode de principios de los ochenta, cuando los sintetizadores flirteaban con el pop y con la estética industrial que tanto gustaba en aquella época. No hay muchos supervivientes de los albores de la música electrónica, otras bandas no corrieron la misma suerte de los inteligentes chicos de Basildon. Pero en este viernes no nos conformamos con los autores de “Playing the Angel” y buscamos en el baúl de los recuerdos para rescatar a los Orchestral Manoeuvres in the Dark.



Con ese nombre ya se veía que no llegarían a ninguna parte, por eso decidieron modificarlo y pasarlo a las siglas, siempre más atractivas y misteriosas, que fueron la referencia para sus fans y las radiofórmulas: O.M.D. Ni que decir tiene que si hay que vacilar a los amigos sobre conocimientos musicales, jamás deberemos referirnos a ellos por estas siglas, siempre lo haremos por su nombre de pila y completo, por mucho que tartamudeemos y nos cueste de pronunciar, nosotros a lo nuestro. Bromas aparte, este día, triste y melancólico, configura el paisaje perfecto para recordar a los de Liverpool.

La banda centrará la clave de su éxito en el matrimonio creativo de Andy McCluskey y Paul Humphrey. Apareciendo como unos de los precursores del cambio de tendencias a principios de los ochenta, el dúo se caracterizó por un tratamiento musical más pausado y reposado que los de sus colegas de promoción. Un gusto exquisito por la melodía y las atmósferas emotivas presidirá las primeras composiciones de los O.M.D. Para el recuerdo quedan temas como el de hoy, “Joan of arc (Maid of Orleans)”, “Statues” (homenaje al desaparecido líder de Joy Division, Ian Curtis), “Electricity”, “Souvenir” y las experimentales “Telegraph” y “Radio Prague”. En fin, si hay que romper los tópicos que generaron la “Human Leaguage”, los “A-Ha” y los propios “Depeche Mode” nada mejor que la relectura de los primeros discos de Orchestral Manoeuvres in the Dark. La banda de Liverpool trascendió el techno-pop bailable que imperaba en el dial para ofrecernos canciones más elaboradas y profundas. Sus sintetizadores marcaron las pautas de una música que buscaba la evolución y los nuevos sonidos.

La pareja se separó poco después de “The Pacific age” en 1.986. Humphrey se emancipó para hacer la suya y McCluskey no quiso dejar el proyecto. O.M.D. continuó con tres álbumes más hasta llegar al notorio “Universal” en 1.996. Desde entonces nada de nada. A día de hoy ya se ha confirmado la reunificación del grupo, con gira incluida y nuevo disco anunciado para el 2.007. Parece que el tirón comercial de Depeche Mode ha hecho mella en algunos grupos de aquella época para considerar seriamente el volver a las andadas. No sabemos si estarán al nivel del pasado, pero su cosecha ha sido correcta y abundante. Hoy os recomendamos uno de sus himnos más emblemáticos, “Joan of arc (Maid of Orleans)” es una de sus piezas fundamentales. Una percusión épica y unos sintetizadores llameantes dibujaron una melodía, para muchos, inolvidable. Tanto han bebido las nuevas tendencias electrónicas de estos grupos tan poco considerados...

07 de febrer, 2006

perso-natges (3) per Alex

Avui li toca el torn a en Jerry Steiner. El company d'en Parker lewis de la gavardina farcida d'invents. Esta clar que d'aquesta serie, es un dels personatges mes coneguts i caracteristics; i potser la gent el coneix mes que a en Parker. Au, per que veieu que les vostres solicituds no cauen en sac rot.

Loft (19) per Joan Santaló i Peix

03 de febrer, 2006

La canción del viernes (17) “More than a feeling” de Boston per Peix


¡Feliz viernes!

El debate de la calidad de la música es, de por si, un debate complicado. Sobre gustos no hay nada escrito, y lo que a uno le hace vibrar a otro le aburre o le provoca nauseas. Definir lo que es bueno y lo que es malo, no solo es problemático si no que además hiere sensibilidades. Como todo en esta vida, los juicios se hacen apresuradamente, a salto de mata y sin el tiempo necesario para argumentar adecuadamente . Contagiados por los medios de comunicación, lanzamos pequeños y cortos titulares: “tal grupo es una mierda”, “tal otro es genial”. No entraremos en aspectos técnicos, porque la discusión se reduciría a tan solo unos pocos eruditos, pero el factor que más acaba influyendo en una sentencia personal es la simplicidad del “me gusta, no se porqué, pero me gusta”. ¿Una canción te hace vibrar, te hace sentir? No te preocupes más, tus vísceras están hablando por ti. No sabrás si esa canción es muy buena o muy mala, pero a ti se te va el corazón cuando la escuchas. De esos grandes placeres se nutre nuestra vida. Dejaremos para más adelante los diversos discursos que influyen en los juicios artísticos, que los hay, y hoy aterrizaremos en el campo de las emociones.

No sé porqué, pero esta canción me entusiasma. He oído otros temas de este grupo, pero no tienen la magia, el duende, de este “More than a feeling”. No es una formación que me despierte mucho interés, pero con esta composición llegaron al cielo. Esas guitarras, rayando lo metálico, junto a esos coros y ese “acelerón”, tan magistralmente orquestrado, te llegan hasta lo más hondo del alma. Con sus, ya bastantes, años encima, este tema ha sabido envejecer, no ha perdido su frescura. No voy a decir que Boston son el clásico grupo de una sola canción, estaría mintiendo miserablemente, pero tampoco voy a enaltecer sus obras. Pese a todo, podríamos recomendar también, con el permiso de los fans, “Peace of mine” y “Dont’t look back”.

“More than a feeling” se publicó en el primer trabajo de Boston, allá por 1.976. Categorizados rápidamente como la piedra angular del AOR (Rock orientado a adultos) su música sonó incesantemente en las radiofórmulas más comerciales. Con muchos altibajos, esta banda fue sacando álbumes con cuentagotas. Con una, más que destacable, mezcla de rock y popularidad, su legado ha llegado dignamente hasta nuestros días. Considerados como una de las perlas de la música del otro lado del charco, su fecundidad ha pecado de intermitencia y poca creatividad. Su líder, Tom Scholz, a menudo mitificado, estuvo más preocupado por sus negocios (inventó un amplificador para guitarra llamado “Rockman”) que por la composición. El egocentrismo y el perfeccionismo perdieron el talento de un grupo que apuntaba a leyenda del rock. Pese a todo, algunas de sus canciones fueron verdaderas joyas de la música rock. Este es el caso de la canción de hoy, un tema brillante y prácticamente olvidado.