28 de desembre, 2007

La canción del viernes (45) Los mejores discos del año 2007 según “La canción del viernes” per Peix (2)

Discos de pop internacionales


Spoon - Ga Ga Ga Ga Ga



Hablar del disco del año es hablar de Spoon. Pese a lo naíf del título, nos encontramos con uno de los pelotazos más sonados de este grupo tejano, que, como no, atesora años de oficio y experiencia. Si alguien me escucha desde el otro lado de esta fantástica bitácora, que me haga caso: hay que escuchar a Spoon. Diez composiciones pop exquisitas y sublimes, porque enloquecen y se retuercen en el más difícil todavía a medida que el LP progresa y se consolida, porque son simplemente buenas, porque son obras maestras felices y descaradas. Desde “Don’t make me a target” hasta “Black like me”, asistimos a una demostración de poderío sorprendente; soul, pop, rock, psicodelia y preciosismo. Narrativa incisiva, arriesgada y cercana; una voz que acompaña en las emociones, en el desafío y el desgarro. Es difícil escoger, sin embargo yo recomendaría “The underdog” y las tres primeras canciones del disco.



Robert Wyatt - Comicopera



A Robert hay que contextualizarlo. Ex-batería y cantante del mítico grupo de finales de los sesenta Soft Machine, pionero del sonido de Canterbury, cayó, por el efecto de las drogas, desde la ventana de un tercer piso y quedó inválido en una silla de ruedas para toda la vida. Desde entonces, siempre al lado de su mujer Alfie, sus inquietudes musicales y artísticas se han manifestado, invariablemente, en excelentes discos. Este año nos regala “Comicopera”, un disco brillante dividido en tres actos (hay que tenerlos cuadrados). La poesía de García Lorca, el jazz, la experimentación y las letras comprometidas, se dan la mano en una obra sin igual. Amo de una voz inolvidable, juega con las melodías de sus canciones como nadie, tratando la voz como un instrumento más y alcanzando la perfección en pasajes de extrema belleza. Acompañado por Phil Manzanera, Brian Eno y Paul Weller, Wyatt da la campanada con su ópera cómica. Temas destacados: “Stay tuned”, “Be serious”, “On the town square”, “Out of the blue” y la sorprendente versión de “Hasta siempre comandante”. Obligatorio e indispensable.



Nick Lowe- At my age



Volvemos a la carga con los veteranos. Una imagen de dandy vividor y un pelo completamente blanco son la carta de presentación estética para este grandísimo autor pop. El británico firma un disco elegante, contenido, preciso y genial. No nos avergonzaremos al usar los típicos comentarios para estos casos: “¡Gran reserva!”, “¡Macerado en excelentes barricas de roble!” y “¡Reposado y con buen cuerpo, como los vinos superiores!”. En fin, es mas o menos así, un tipo adulto que sabe hacer canciones y lo borda en cada intento. Seductor y redentor, su sonido puede ser perfectamente americano o smooth pop, soul o jazz, pero, ojo, Lowe tiene su propio estilo, ya no hay vuelta atrás; este tío hace lo que le sale de las pelotas (amén). El canto a las pequeñas cosas nunca fue tan cautivador, tan embriagador. Clásico para algunos, rancio para otros, su disco es uno de los mejores en este año de grandes cosechas (volvemos con los tópicos, que se le va hacer...). Sed generosos y dejaros atrapar por “A better man”, “Long limbed girl” y “I trained her to love me”. En serio, es muy bueno.


Elvis Perkins - Ash Wednesday



Hijo del actor Anthony Perkins, muerto por neumonía en 1992, y de la fotógrafa Berry Berenson, asesinada en uno de los aviones que se estrellaron contra el World Trade Center, el de Los Angeles firma su primer LP en este 2007 con “Ash Wednesday”. Así, de sopetón, todos podríamos pensar: vaya, pobre Elvis, seguro que su trabajo es torturado y doloroso. Tsik, tsik, nada de eso. Evidentemente, hay momentos emotivos y evocadores, sin embargo Perkins graba un disco donde la leyenda del cantautor pop extraordinario se agiganta con las reiteradas escuchas. Conmovedor y alegre, con canciones con lalalalás y todo, los buenos temas se van sucediendo y no queda más remedio que rendirse a los pies de este joven que quiere emular a los Van Morrisons, Leonard Cohens y Bob Dylans que lo han precedido. Elvis Perkins sabe muy bien qué es lo que está haciendo y que nadie se sorprenda al escuchar este gran disco. Estáis avisados, sobretodo con “While you were sleeping”, “All the night without love” y “Sleep sandwich”



Radiohead - In rainbows



Mandangas aparte, sobre la supuesta revolución que supone su disco en descarga directa con precio a la carta (esto lo pueden hacer porque son Radihead y punto; si fueran “Perico de los palotes” o “Fulano de tal”, que ya lo están haciendo hace tiempo, no tendrían tanta repercusión), Radiohead lo ha vuelto a hacer: “In rainbows” es un disco enorme. Sutiles y desgarradores, recuperan el tono de “OK Computer” para sellar un trabajo rico en texturas y capas de expresión. Ya hace tiempo que la banda de Oxford divide a los entendidos, pero si bien es cierto que la corriente de fans que ha generado es insufrible y de soberana bofetada, su trabajo es genial y casi perfecto. Las canciones del nuevo álbum han sido paridas desde la seguridad de las reiteradas pruebas en directo y la firmeza de un sólido y concienzudo trabajo de estudio, toda una declaración de intenciones ¿Qué os esperabais? ¿Cuando han firmado, esta gente, un trabajo flojo? Recomendamos “Bodysnatchers”, “All I need” y “Jigsaw falling into place”.


Feliz viernes y buena entrada de año. Os dejamos con el videoclip "Underdog" de Spoon.

20 de desembre, 2007

La canción del viernes (44) Los mejores discos del año 2007 (1) según “La canción del viernes” per Peix

2007 llega a su fin y es de recibo tomarnos el tiempo justo para hacer balance. Desde esta sección, y sin intención de sentar cátedra, queremos recordar cuales han sido los mejores discos del año, aquellos que llegan a las cinco estrellas, según nuestra modesta opinión, en las diversas categorías que, hipotéticamente, nos podrían ocupar. A saber: discos de rock internacionales, discos de pop internacionales, discos varios internacionales (electrónica, jazz, BSO y otros) y discos nacionales. Así pues, empecemos por el principio:


Discos de rock internacionales



The Good, The Bad & The Queen - The Good, The Bad & The Queen




Primer bombazo del año. Damon Albarn, ex-Blur y ex-Gorillaz, recluta a Paul Simonon (The Clash), Simon Tong (The Verve) y, el también veterano, Tony Allen, para grabar un disco en el que no hay sobresaltos pero que en el que todo se acaba hilvanando en un concepto muy significativo. Y es que la política, la denuncia y el pacifismo, tan en auge últimamente, están muy presentes a lo largo de los cuarenta minutos que dura “The Good, the Bad & The Queen”, disco debut de este supergrupo británico. El LP es de los que gana en cada escucha y necesita de reposo y buena letra. Si alguien busca emociones fuertes que no lo compre, si, por contra, te gusta la complejidad y la introspección experimental, este, sin duda, es su álbum. Pese a que no tiene hits, recomendamos “History song”, “Herculean” y “Green fields”.


Shellac - Excellent Italian Greyhound



Steve Albini, además de ser uno de los mejores productores de discos de rock de la historia (“In Utero” de Nirvana y “Surfer Rosa” de Pixies, entre otros), es el guitarrista y cantante de este trío norteamericano, que nos brinda un trabajo de rock que aplasta con todo lo que se le pone por delate desde la primera segundo. Duro, afilado y portentoso, son adjetivos que se quedan cortos para describir lo que la escucha de “Excellent Italian Greyhound” nos depara. Es el disco que tu vecina, la de los geranios, odiara hasta la muerte, el disco que dejará los altavoces de tu salón extenuados, una cabalgata de guitarras y baterías furiosas y demoledoras. Habría que escuchar, aunque sólo sea una vez en al vida, la tríada de canciones que dan el comienzo al LP, la experimental “The end of the radio”, “Steady as she goes” y “Be prepared”. Aunque yo, personalmente, no dejaría escapar la instrumental “Kittypants”. Que nadie se espere un disco sucio; es esencial, simplemente elemental. Bravo.


Grinderman - Grinderman



Alguien podría pensar, al leer los créditos del disco y ver a Nick Cave, que Grinderman podría ser otra propuesta poético-alternativo-preciosista del genio australiano; ni hablar, nada de eso. Si bien las letras continúan reflejando el mundo oscuro e interior de Cave, la música retoma el rock en su vertiente más granítica y, evidentemente, experimental y arriesgada. Arropado por parte de los “The Bad Seeds”, Cave vuelve a la guitarra y nos brinda un trabajo que no cabe, no es coherente, en su carrera en solitario, de ahí la necesidad de generar un proyecto nuevo para integrar la nueva visión; la última criatura. Es un disco cortito y brillante, un nuevo camino por recorrer y un bálsamo para los que no creen ya en el rock. Un sello inconfundible de componer canciones lo promociona, sin embargo no decepciona en absoluto, empezando por la portada: un mono sorprendido por una lluvia repentina. Sobresalen “Get it on”, “Electric Alice” y “Depth charge Ethel”



Arcade Fire - Neon Bible




Para las bandas jóvenes, aquellas que están llamadas a salvar la música rock (siempre según las revistas especializadas), llegar a rayar a un gran nivel en el segundo disco es, si cabe, más jodido que para un restaurante de tendencias dejar de poner rúcula en sus ensaladas. Pero “Arcade Fire” lo ha vuelto a hacer. Si bien “Neon Bible” (título homenaje al primer libro de John Kennedy Toole, muchos lo conoceréis por “La conjura de los necios”) no tiene el mismo registro que “Funeral”, donde los canadienses reventaron el panorama musical con himnos como “Rebellion (Lies)” y “Neighborhood #1 (Tunnels)”, el nuevo trabajo alcanza esa anhelada cima del llamado disco conceptual. Pues es así como nos debemos enfrentar al segundo álbum del grupo indie de moda, como un todo donde las partes justifican una noción de unidad. Anárquicos y contagiosos sobre el escenario (aunque los silbiditos comienzan a hartar), el torrente se vuelve a desatar en la nueva entrega. La épica vuelve a campar a sus anchas sin hacer el ridículo, la rabia rebelde aparece reinventada y los arreglos barrocos explotan por doquier. Confirmado, esta gente tiene lo que hay que tener. Si alguien tiene un poco de tiempo, que escuche “Intervention” y “No cars go”.



Iron & Wine - The Shepherd’s dog



Sam Bean, prestigioso cantautor folk, firma este formidable trabajo, donde, enseguida, la melancolía y las estrofas sutiles acaparan la atención. Hay que seguir a este chico barbudo; su talento va “in crescento” y cada uno de sus discos tienen una huella propia y singular. Los detalles de la cotidianidad, aquellos que todos tenemos y son lugar común, alcanzan con su lirismo un áurea de preciosidad hipnotizante y literaria. Perfecto para el domingo por la mañana lluvioso y tazón de café recién hecho en la mano, “The Shepherd’s dog” aporta un “plus” nada desdeñable. Dicen que cada disco tiene su momento, pues no se crean que este se circunscribe a los días de otoño, que va, se sale para las largas jornadas de coche o las tertulias de sobremesa. Mandangas a parte, este chico de Florida renueva el clásico discurso folk para llevarlo más allá del género acotado. Recomendamos especialmente “Pagan angel and a borrowed car”, “House by the sea” y “Boy with a coin”.


Feliz Navidad a todos y os dejo con un vídeo de “Herculean” de The Good, the Bad and the Queen.