03 d’agost, 2013

Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #28).

Entrada 28.

“Noe, te quiero. Gas inflamable”. Dicho mensaje nos lo hemos encontrado escrito con Spray amarillo en las cercanías de Ponferrada. Lo cual me ha obligado a detener mis pensamientos en la casta de los grafitteros. ¿Qué les pasa? ¿Qué oscuros significados ocultan los extraños mensajes que nos transmiten con su arte?
Pongamos, por ejemplo, el caso que nos ocupa. ¿Qué extraño proceso mental es capaz de aunar la querida del artista con cierto gas de alta volatilidad?
¿Es que el gas es una condición previa al acto de amar a Noe? 

-Noe, te quiero, pero solo si traes gas inflamable.

¿O en realidad ama a alguna chica llamada Gas y que pertenece a la familia de los Inflamable de toda la vida pero desea dar celos a una ex llamada Noe? 

-Noe, que lo sepas: ¡En realidad quiero a Gas Inflamable!

¿El grafittero está acaso pagando el graffitti por palabras y aprovecha para hacer proselitismo del negocio familiar?

 -Noe, te quiero. Por cierto, compre Gas Inflamable, anónimo transeúnte.

Personalmente, me decanto por un caso de personalidad dual. Por un lado, el tipo es un romántico. Sin embargo, por el otro, debe sufrir ataques esquizoides con tendencias pirómanas.
...como nos pasa a muchos.