28 de desembre, 2007

La canción del viernes (45) Los mejores discos del año 2007 según “La canción del viernes” per Peix (2)

Discos de pop internacionales


Spoon - Ga Ga Ga Ga Ga



Hablar del disco del año es hablar de Spoon. Pese a lo naíf del título, nos encontramos con uno de los pelotazos más sonados de este grupo tejano, que, como no, atesora años de oficio y experiencia. Si alguien me escucha desde el otro lado de esta fantástica bitácora, que me haga caso: hay que escuchar a Spoon. Diez composiciones pop exquisitas y sublimes, porque enloquecen y se retuercen en el más difícil todavía a medida que el LP progresa y se consolida, porque son simplemente buenas, porque son obras maestras felices y descaradas. Desde “Don’t make me a target” hasta “Black like me”, asistimos a una demostración de poderío sorprendente; soul, pop, rock, psicodelia y preciosismo. Narrativa incisiva, arriesgada y cercana; una voz que acompaña en las emociones, en el desafío y el desgarro. Es difícil escoger, sin embargo yo recomendaría “The underdog” y las tres primeras canciones del disco.



Robert Wyatt - Comicopera



A Robert hay que contextualizarlo. Ex-batería y cantante del mítico grupo de finales de los sesenta Soft Machine, pionero del sonido de Canterbury, cayó, por el efecto de las drogas, desde la ventana de un tercer piso y quedó inválido en una silla de ruedas para toda la vida. Desde entonces, siempre al lado de su mujer Alfie, sus inquietudes musicales y artísticas se han manifestado, invariablemente, en excelentes discos. Este año nos regala “Comicopera”, un disco brillante dividido en tres actos (hay que tenerlos cuadrados). La poesía de García Lorca, el jazz, la experimentación y las letras comprometidas, se dan la mano en una obra sin igual. Amo de una voz inolvidable, juega con las melodías de sus canciones como nadie, tratando la voz como un instrumento más y alcanzando la perfección en pasajes de extrema belleza. Acompañado por Phil Manzanera, Brian Eno y Paul Weller, Wyatt da la campanada con su ópera cómica. Temas destacados: “Stay tuned”, “Be serious”, “On the town square”, “Out of the blue” y la sorprendente versión de “Hasta siempre comandante”. Obligatorio e indispensable.



Nick Lowe- At my age



Volvemos a la carga con los veteranos. Una imagen de dandy vividor y un pelo completamente blanco son la carta de presentación estética para este grandísimo autor pop. El británico firma un disco elegante, contenido, preciso y genial. No nos avergonzaremos al usar los típicos comentarios para estos casos: “¡Gran reserva!”, “¡Macerado en excelentes barricas de roble!” y “¡Reposado y con buen cuerpo, como los vinos superiores!”. En fin, es mas o menos así, un tipo adulto que sabe hacer canciones y lo borda en cada intento. Seductor y redentor, su sonido puede ser perfectamente americano o smooth pop, soul o jazz, pero, ojo, Lowe tiene su propio estilo, ya no hay vuelta atrás; este tío hace lo que le sale de las pelotas (amén). El canto a las pequeñas cosas nunca fue tan cautivador, tan embriagador. Clásico para algunos, rancio para otros, su disco es uno de los mejores en este año de grandes cosechas (volvemos con los tópicos, que se le va hacer...). Sed generosos y dejaros atrapar por “A better man”, “Long limbed girl” y “I trained her to love me”. En serio, es muy bueno.


Elvis Perkins - Ash Wednesday



Hijo del actor Anthony Perkins, muerto por neumonía en 1992, y de la fotógrafa Berry Berenson, asesinada en uno de los aviones que se estrellaron contra el World Trade Center, el de Los Angeles firma su primer LP en este 2007 con “Ash Wednesday”. Así, de sopetón, todos podríamos pensar: vaya, pobre Elvis, seguro que su trabajo es torturado y doloroso. Tsik, tsik, nada de eso. Evidentemente, hay momentos emotivos y evocadores, sin embargo Perkins graba un disco donde la leyenda del cantautor pop extraordinario se agiganta con las reiteradas escuchas. Conmovedor y alegre, con canciones con lalalalás y todo, los buenos temas se van sucediendo y no queda más remedio que rendirse a los pies de este joven que quiere emular a los Van Morrisons, Leonard Cohens y Bob Dylans que lo han precedido. Elvis Perkins sabe muy bien qué es lo que está haciendo y que nadie se sorprenda al escuchar este gran disco. Estáis avisados, sobretodo con “While you were sleeping”, “All the night without love” y “Sleep sandwich”



Radiohead - In rainbows



Mandangas aparte, sobre la supuesta revolución que supone su disco en descarga directa con precio a la carta (esto lo pueden hacer porque son Radihead y punto; si fueran “Perico de los palotes” o “Fulano de tal”, que ya lo están haciendo hace tiempo, no tendrían tanta repercusión), Radiohead lo ha vuelto a hacer: “In rainbows” es un disco enorme. Sutiles y desgarradores, recuperan el tono de “OK Computer” para sellar un trabajo rico en texturas y capas de expresión. Ya hace tiempo que la banda de Oxford divide a los entendidos, pero si bien es cierto que la corriente de fans que ha generado es insufrible y de soberana bofetada, su trabajo es genial y casi perfecto. Las canciones del nuevo álbum han sido paridas desde la seguridad de las reiteradas pruebas en directo y la firmeza de un sólido y concienzudo trabajo de estudio, toda una declaración de intenciones ¿Qué os esperabais? ¿Cuando han firmado, esta gente, un trabajo flojo? Recomendamos “Bodysnatchers”, “All I need” y “Jigsaw falling into place”.


Feliz viernes y buena entrada de año. Os dejamos con el videoclip "Underdog" de Spoon.

20 de desembre, 2007

La canción del viernes (44) Los mejores discos del año 2007 (1) según “La canción del viernes” per Peix

2007 llega a su fin y es de recibo tomarnos el tiempo justo para hacer balance. Desde esta sección, y sin intención de sentar cátedra, queremos recordar cuales han sido los mejores discos del año, aquellos que llegan a las cinco estrellas, según nuestra modesta opinión, en las diversas categorías que, hipotéticamente, nos podrían ocupar. A saber: discos de rock internacionales, discos de pop internacionales, discos varios internacionales (electrónica, jazz, BSO y otros) y discos nacionales. Así pues, empecemos por el principio:


Discos de rock internacionales



The Good, The Bad & The Queen - The Good, The Bad & The Queen




Primer bombazo del año. Damon Albarn, ex-Blur y ex-Gorillaz, recluta a Paul Simonon (The Clash), Simon Tong (The Verve) y, el también veterano, Tony Allen, para grabar un disco en el que no hay sobresaltos pero que en el que todo se acaba hilvanando en un concepto muy significativo. Y es que la política, la denuncia y el pacifismo, tan en auge últimamente, están muy presentes a lo largo de los cuarenta minutos que dura “The Good, the Bad & The Queen”, disco debut de este supergrupo británico. El LP es de los que gana en cada escucha y necesita de reposo y buena letra. Si alguien busca emociones fuertes que no lo compre, si, por contra, te gusta la complejidad y la introspección experimental, este, sin duda, es su álbum. Pese a que no tiene hits, recomendamos “History song”, “Herculean” y “Green fields”.


Shellac - Excellent Italian Greyhound



Steve Albini, además de ser uno de los mejores productores de discos de rock de la historia (“In Utero” de Nirvana y “Surfer Rosa” de Pixies, entre otros), es el guitarrista y cantante de este trío norteamericano, que nos brinda un trabajo de rock que aplasta con todo lo que se le pone por delate desde la primera segundo. Duro, afilado y portentoso, son adjetivos que se quedan cortos para describir lo que la escucha de “Excellent Italian Greyhound” nos depara. Es el disco que tu vecina, la de los geranios, odiara hasta la muerte, el disco que dejará los altavoces de tu salón extenuados, una cabalgata de guitarras y baterías furiosas y demoledoras. Habría que escuchar, aunque sólo sea una vez en al vida, la tríada de canciones que dan el comienzo al LP, la experimental “The end of the radio”, “Steady as she goes” y “Be prepared”. Aunque yo, personalmente, no dejaría escapar la instrumental “Kittypants”. Que nadie se espere un disco sucio; es esencial, simplemente elemental. Bravo.


Grinderman - Grinderman



Alguien podría pensar, al leer los créditos del disco y ver a Nick Cave, que Grinderman podría ser otra propuesta poético-alternativo-preciosista del genio australiano; ni hablar, nada de eso. Si bien las letras continúan reflejando el mundo oscuro e interior de Cave, la música retoma el rock en su vertiente más granítica y, evidentemente, experimental y arriesgada. Arropado por parte de los “The Bad Seeds”, Cave vuelve a la guitarra y nos brinda un trabajo que no cabe, no es coherente, en su carrera en solitario, de ahí la necesidad de generar un proyecto nuevo para integrar la nueva visión; la última criatura. Es un disco cortito y brillante, un nuevo camino por recorrer y un bálsamo para los que no creen ya en el rock. Un sello inconfundible de componer canciones lo promociona, sin embargo no decepciona en absoluto, empezando por la portada: un mono sorprendido por una lluvia repentina. Sobresalen “Get it on”, “Electric Alice” y “Depth charge Ethel”



Arcade Fire - Neon Bible




Para las bandas jóvenes, aquellas que están llamadas a salvar la música rock (siempre según las revistas especializadas), llegar a rayar a un gran nivel en el segundo disco es, si cabe, más jodido que para un restaurante de tendencias dejar de poner rúcula en sus ensaladas. Pero “Arcade Fire” lo ha vuelto a hacer. Si bien “Neon Bible” (título homenaje al primer libro de John Kennedy Toole, muchos lo conoceréis por “La conjura de los necios”) no tiene el mismo registro que “Funeral”, donde los canadienses reventaron el panorama musical con himnos como “Rebellion (Lies)” y “Neighborhood #1 (Tunnels)”, el nuevo trabajo alcanza esa anhelada cima del llamado disco conceptual. Pues es así como nos debemos enfrentar al segundo álbum del grupo indie de moda, como un todo donde las partes justifican una noción de unidad. Anárquicos y contagiosos sobre el escenario (aunque los silbiditos comienzan a hartar), el torrente se vuelve a desatar en la nueva entrega. La épica vuelve a campar a sus anchas sin hacer el ridículo, la rabia rebelde aparece reinventada y los arreglos barrocos explotan por doquier. Confirmado, esta gente tiene lo que hay que tener. Si alguien tiene un poco de tiempo, que escuche “Intervention” y “No cars go”.



Iron & Wine - The Shepherd’s dog



Sam Bean, prestigioso cantautor folk, firma este formidable trabajo, donde, enseguida, la melancolía y las estrofas sutiles acaparan la atención. Hay que seguir a este chico barbudo; su talento va “in crescento” y cada uno de sus discos tienen una huella propia y singular. Los detalles de la cotidianidad, aquellos que todos tenemos y son lugar común, alcanzan con su lirismo un áurea de preciosidad hipnotizante y literaria. Perfecto para el domingo por la mañana lluvioso y tazón de café recién hecho en la mano, “The Shepherd’s dog” aporta un “plus” nada desdeñable. Dicen que cada disco tiene su momento, pues no se crean que este se circunscribe a los días de otoño, que va, se sale para las largas jornadas de coche o las tertulias de sobremesa. Mandangas a parte, este chico de Florida renueva el clásico discurso folk para llevarlo más allá del género acotado. Recomendamos especialmente “Pagan angel and a borrowed car”, “House by the sea” y “Boy with a coin”.


Feliz Navidad a todos y os dejo con un vídeo de “Herculean” de The Good, the Bad and the Queen.

30 de novembre, 2007

Mort Novata extra #7 (Infart)



La canción del viernes (43) “Jungleland” de Bruce Springsteen per Peix

¡Feliz viernes a todos!

En estos días de colas y aglomeraciones multitudinarias, la figura de Bruce Springsteen vuelve a planear junto a la gloria y la leyenda. A nadie se le escapa que es un artista que ha superado las modas, las etiquetas y los desencantos, con talento, fuerza y trabajo. Hoy, más que nunca, se habla de él y de su futuro concierto en el Camp Nou, donde, si todo continua igual, se espera un lleno hasta la bandera. Es muy difícil, en los tiempos que corren, llenar un estadio de fútbol gigante para un concierto de rock. La época de los grandes grupos ha pasado a la historia. Con la excepción de U2, The Rolling Stones y los reunificados The Police, es muy complicado congregar una parroquia tan extensa.



Como todos los grupos y solistas mayoritarios, Springsteen divide el corazón de los amantes de la música manteniéndoles polarizados. Aborrecido por unos, fanáticamente divinizado por otros, su figura no nos deja indiferente. Hoy este debate no me interesa, desde la precaria objetividad que me da mi no demasiado cariño hacía su música, (no soy fan, ni lo odio a muerte, ni me deja indiferente) os propongo escuchar la que para mi es su mejor canción.

Jungleland se editó en la obra maestra “Born to run” en 1975. Un disco capital en la discografía en el cantante de New Jersey junto a “The River” y “Born in the USA”. Os dejo con su interpretación en el mítico concierto del Hammersmith Odeon, en Londres, de 1975.

Tonight in Jungleland...

27 de novembre, 2007

Papelomondo #8 (by Alex)


nota del autor: Ja se que no te puta gràcia. Però des de que vaig començar amb el material d'oficina que el volía fer.

16 de novembre, 2007

La canción del viernes (42) “Me amo” de Love of Lesbian per Peix

¡Feliz viernes a todos!

Desde Barcelona nos llega esta canción contra la depresión y el desaliento. Un tema de Love of lesbian, una formación catalana caracterizada por unas letras profanas y ricas en universos propios, contra el sinsabor y la apatía. Un electroshock desenfadado y pasado de vueltas que enamora desde la primera escucha.



Hace tiempo que el panorama nacional rompe moldes y suelta lastres sobre los tópicos y prejuicios que se le presupone. La lista de autores y combos de notable calidad es considerable pese a su poca visibilidad. Las TV y las cadenas de radio se empeñan en no darles una oportunidad en pos de otros mucho más mediocres y trillados. Escondidos tras lo establecido se encuentran los verdaderos abanderados de la calidad y la originalidad de nuestra música.

“Me amo” es un himno para el alma sin complejos, un llamamiento a la disidencia del prozac, una letra autocomplaciente con un estribillo inolvidable. Love of lesbian se caracteriza por editar unos discos con brillantes composiciones pop, donde se ensalzan sin contemplaciones las melodías perfectas y las letras poco ortodoxas. “Maniobras de escapismo” (2005) y “Cuentos chinos para niños del Japón” (2007), al cual pertenece el tema de hoy, son un buen ejemplo de la clase de esta banda.

Ningún comentario sobre el vídeo que acompaña la canción, grabado con cuatro chavos por el bajista de la banda en el comedor de su casa; impresionante.

Dedicada a todos aquellos que no lo están pasando nada bien; ellos saben quienes son. Tus complejos a la hoguera !YA!


02 de novembre, 2007

La canción del viernes (41) “Hoppípolla” de Sigur Rós per Peix

¡Feliz viernes, de nuevo, a todos!

Más allá de la belleza y del virtuosismo, más allá de la crítica razonable y de los mortales, de la leyenda y la popularidad, allá, en el terreno de los sueños y lo imposible, se encuentran los islandeses Sigur Rós. Un cuarteto capaz de componer canciones tan vibrantes y memorables como la de hoy, una delicia digna del mejor reencuentro para una sección sacada del congelador, resucitada de entre los muertos. Y es que “Hoppípolla” emociona desde su primera nota, desde el primer segundo. Es el testimonio esperanzador de lo que ha de venir, de las sorpresas que nos tiene deparado el futuro incierto de esta música pop, tan maltrecha por la rutina y la mediocridad. Nos llega en este primer viernes de noviembre para pintar el cielo de ocres y turquesas, de nitidez y certidumbre.



Capaces de conmover y renovar, abanderados del post-rock y la música experimental, recogen el testigo de Radiohead para crear una de las músicas más sorprendentes y excelentes de este inicio de siglo XXI.

“Hoppípolla” nace del dico “Takk” en 2005, una masterpiece atronadora e inalcanzable. A la altura, sin duda, de Ágætis byrjun, otro de sus discos cumbre (el primero), llega para no marcharse jamás, para no dejarnos nunca. Una canción que hace enamorarse de la música y de un concepto de arte más allá de los cánones y del prestigio.

Sin complejos, sin prejuicios, sin reparos, hay que dejarse llevar.


24 d’octubre, 2007

Converses espontànies #3, per Joan i Noel (però sobretot per Joan)

-Ei, què tal?
-Molt bé! Com t'ha anat el dia?
-Pues mira, així, així... pichi, pichi... ja se sap... ahora ésto y luego aquello... txepi, txepi... coses així...
-Caram! No del tot bé, no?
-Podriem dir-ho, sí.
-Jo tinc la solució als teus problemes!
-Ah si? Haig de tenir por?
-Probablement! Perquè quan estàs decaigut, i tens preocupacions, i la vida no sembla que doni més de si només has de dir: Sácate la chuuurra! (Comença a ballar. Una extranya música se sent de tot arreu en general i de cap en concret) Sácate la chuuurra! Es la solución! Sácate la chuuurra! Verás que sensación! Sácate la chuuurra! Siempre es muy molón!

(El cantant s'abalança sobre l'altre, que estava tranquil.lament assegut a la cadira de l'ordinador i tracta de descordar-li els pantalons. L'altre es resisteix, però el primer insisteix, sense deixar de cantar)

-Sácate la chuuurra! Será inolvidable! Sácate la chuuurra! Y tambien inolvidable! Sácate la chuuurra! La rima es compatible!

(El pobre xaval aconsegueix escapar de la cadira, mentre l'altre es marca un solo, sense deixar de ballar. Per tota la casa, els quadros penjats oscilen al ritme de la música. Les fotos, els mobles, les persones que surten per la tele, van fent coreografies i coros. Si no fos tan absurd faria una por que t'hi cagues)

-Sácate la chuuurra! Ya verás, molará mazo! Sácate la chuuurra! Anímate, con desparpajo! Sácate la chuuurra! Y despues mira abajo!

(Ja està... El que fugia es troba en un carreró sense sortida. Pren la precaució de posar el cul contra la paret i es gira per veure com es desenvolupa el crescendo final, l'altre boig s'acosta, i es va descordant els botons del pantaló)

-Sácate la churra, sácate la churra, sácate la chuuuurraaaa!! O la saco yo!!

(La cámara es situa entre les cames del boig cantant. L'altre, el perseguit fot un crit angoixat i algú tanca una porta)

17 d’octubre, 2007

Converses espontànies #2, per Joan i Noel (però sobretot per Joan)

(Durant la setmana)

-Ya me has lavado el coche?
-Todavía no, pero he estado mirando coches para ver si puedo robarlos y tal, aunque aún no me he decidido por ninguno...
-Date prisa en robarlo o no podrás convertirte en mejor persona... Y tendré que matarte...
-Sí, sí... Ni que necesitara la presión!

(El dia definitiu)
-Ya me has dejado limpio el coche?
-Uhm... yo... esto...
-Me temo que no te has convertido en mejor persona entonces...
-Te equivocas! Sí te lo he lavado! He escogido un coche aparcado abajo lo he reclamado para ti y lo he limpiado. Solo falta conseguir las llaves, pero creo que eso puedes hacerlo tu, ya que el coche es tuyo...
-No sé, no sé... No estarás contándome un cuento para evitar que te mate, verdad?
-No, no! He lavado el coche! Y es para ti! Tengo testigos!
-Creo que tratas de engañarme. Pero sobretodo creo que no lo debes haber dejado bien limpio, porque eres un guarro y cuando lavas los platos quedan churretosos.
-Al menos yo lavo los platos!
-Se acabó! No eres una buena persona! Te voy a matar... A collejas!
-No! (plas) Hay! (plas) Huy! (Plas) Piedad...!

(Les collejes continuen i la càmera fa discretament una panoràmica lateral per evitar-nos la cruenta escena. L'agressor, consumat el seu crim se'n va a ordenar les coses del seu armari. Curiosament, ningú certifica la defunció. Una estona després el cadàver... Ja no està allí!!!)

-Que haces subido en la escalera?
-Estoy sacando el nórdico, porque últimamente me estoy muriendo de frío!
-Qué me dices! Precisamente hoy había dedido yo tambien sacar el nórdico!
-Qué coincidencia tan grande, no? Es una señal!
-Vamos a casarnos a las Vegas!
-No, mejor, bajo y te follo.

09 d’octubre, 2007

Papelomondo #1 (per alex)

Comença una nova sèrie dedicada al meravellós món del material d'oficina.

Provaré de que sigui setmanal.

08 d’octubre, 2007

Converses espontànies #1, per Joan i Noel (però sobretot per Joan)

-He decidido que ya no aguanto más. Te voy a dar un ultimátum.
-Ah, si? Y ahora eso a qué viene?
-He decidido que te voy a dar una semana de tiempo para que te conviertas en una mejor persona.
-Y si no lo consigo?
-Entonces te mataré.
-Rayos! Mañana mismo busco a una vieja para ayudarla a cruzar la calle!
-No, no, no... Eso no sirve!
-Pero, porqué no?
-Porque soy yo quien decide en éste caso como puedes mejorar. Para convertirte en mejor persona me tendrás que lavar el coche.
-Oh, bien. Nada más?
-No, nada mas. Pero yo no tengo coche! Así que espabila...!
-Pero, pero...
-Una semana!

09 de març, 2007

La canción del viernes (40) “El extranjero” de Bunbury per Peix

“Porque allá donde voy
me llaman el extranjero.
Donde quiera que estoy,
el extranjero me siento”
Enrique Bunbury



¡Feliz viernes a todos!

La metáfora, a veces en exceso a veces con maestría. Esa retorcida figura retórica, esa arma arrojadiza en tiempos turbulentos, ese esfuerzo intelectual con premio y zanahoria, que pica con gusto, que purifica y enciende. Más de un censor ha caído de rodillas ante ella, más de uno ha pasado de largo. Miles de significados escondidos, jamás vistos y por descubrir, pequeñas y sutiles representaciones a la sombra. Tal vez en El extranjero de Bunbury encontremos la metáfora del desarraigado en casa, del atentado al significado, por todo lo contrario, por la tangente; tal vez no.

Siempre es difícil saber, al menos yo no lo tengo tan claro, qué ha de tener una buena canción, que elementos alquímicos generan la reacción necesaria e indispensable. Este tema es, sin duda, uno de los grandes del de Zaragoza, con o sin metáfora. El trabajo realizado por Enrique Bunbury en solitario bien merecía un aparte en esta pérdida de tiempo que llamamos la canción del viernes. Nadando en la autosuficiencia y la pedantería, encontramos en él lo que hemos venido a denominar, humildemente (por supuesto), el desapego condicionado. A saber, los personajes públicos inundan nuestra intimidad por medio de entrevistas, reportajes, grabaciones y cortes publicitarios. Algunos dóciles, otros simpáticos, muchos patéticos, la mayoría guapos o con pose, otros incómodos, irritantes y asquerosos, despiertan en nosotros cariño y odio a partes iguales. Es fácil de entender que ciertas manifestaciones nos molesten y produzcan nuestra irremediablemente repulsa. A menudo se traslada esa tirria a otras categorías o ocupaciones del divo en cuestión; si Julio Iglesias te cae mal será normal aborrecer su música; si Rafa Nadal es del Madrid ya no te agradará tanto que gane; si Cantoná es subnormal igual no te gustará sobre el terreno de juego; si Garci es de derechas es de cajón que no podrás soportar sus películas; por más que sean unos fuera de serie el prejuicio vencerá. Este desapego condicionado es de combate a los puntos, interferencias extra-artísticas alimentan su contagio. Recelo de los condicionados pese a que, a menudo, soy uno de ellos ¡maldita incoherencia! El divismo y el snobismo han sido y serán caldo de cultivo en la creación musical. El ego alimenta el atrevimiento, la desenvoltura, la sensación todopoderosa de infalibilidad. Nos seduce la seguridad del artista, la resolución, pero con cierto peaje de humildad, con los pies en el suelo, bien domadito que en el fondo el dinero es nuestro. La lista de autores cuyo ego no cabría ni el Palau Sant Jordi es larga e inacabable: Roger Waters, Jim Morrison, Miles Davis, Moby, Eminem, Marilyn Manson, etcétera, etcétera y etcétera. Pero, amigos, negar lo innegable es peligroso: muchos de ellos son genios y grandes artistas.

Bunbury no se escapa de esa criba, famosas han sido sus rajadas, de campeonato fueron sus pomposas declaraciones. Héroes del Silencio lo encumbró y lo aburrió, un lavado de imagen y libertad fecundó el psicodélico y electrónico “Radical Sonora”, un brillante trabajo que fue castigado por el público y parte de la crítica. Luego llegó “Pequeño” y eso fue otro cantar. Conocido como el Tom Waits español, el maño volvió a la cresta de la ola con un trabajo portentoso. De él extraemos este tema, una muestra de su talento para hacer grandes canciones y además buenos LPs. “El extranjero”, que nada tiene que ver con la obra de Albert Camus, nos lleva de viaje por los cabarets con tintes mediterráneos, por la música en mayúsculas. La riqueza armónica del conjunto enamora irremediablemente desde el primer instante y, sí, esa letra no se esconde; perdiendo la grandilocuencia que ostentaba en Héroes del Silencio, Bunbury llega aquí a la cálida y compleja sencillez. Con “Pequeño” el cambio de estilo vuelve a sorprender, si en su pasado rockero pudo notarse encotillado, donde algunos se acomodarían tranquilamente a la espera de los privilegios adquiridos, en solitario parece sentirse completamente libre para maniobrar sin obstáculos, para la creación emancipada.

Enrique Ortiz de Landázuri Yzarduy, si amigos ése es Bunbury, nace en Zaragoza un mes de agosto de 1967. Su apodo llega influenciado por una cita literaria de Oscar Wilde. Pese a ese dato, más o menos intelectual, su etapa estudiantil pasa con más pena que gloria acarreando bares, futbolines y una primera guitarra que adquiere a los trece años. Apocalipsis, Rebel Waltz (ejemplo categóricos de los pretensiosos nombres con los que los adolescentes bautizan a sus combos) fueron sus primeras bandas, más tarde “Proceso Entrópico” y “Zumo de Vidrio”, el germen de “Héroes del Silencio”. Entonces llegó Phil Manzaneda y todo fueron días de vino y rosas, millones de ventas y conciertos mastodónticos. Pero en 1996 acaba el sueño silencioso, algo ya no iba igual que al principio, todo se había complicado. Bunbury necesitaba respirar, independencia: un cambio. La disolución de la banda dio paso a su extraordinaria carrera en solitario. Después de Radical Sonora y el comentado Pequeño, llegó Flamingos, una bella epopeya sobre el divorcio del artista, de terrible sensibilidad y valiente sinceridad, y Viaje a ninguna parte, con el colofón de la dura gira Freak show, donde Bunbury acusa el cansancio y durante un concierto en Zaragoza abandona el escenario después de la quinta canción (irónicamente el tema se llamaba Sácame de aquí). Todo de un pincelazo, así fácil, cancelación de la gira y disolución de la banda “El Huracán Ambulante”, nueve años al garete y necesito descanso. La tensión y el abatimiento pudieron con el artista aragonés pero no acabaron con él, en 2006 llegó un doble álbum grabado a medias junto a Nacho Vegas: El tiempo de las cerezas. Un espléndido retorno a las ondas y escenarios, seguramente uno de los mejores discos del, 2006. Hace muy poco se ha hecho público el retorno a los escenarios de “Héroes del Silencio”. Al igual que “The Police”, su regreso se materializará tan solo en directo; enhorabuena para los fans de la banda. Pero nosotros nos quedamos con el Bunbury en solitario, con el Bunbury comprometido y arriesgado, experimental y evocador.

Mort Novata #41 (Punts Vitals)