28 de juliol, 2013

Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #27).

Dia 15.

Entrada 27. 

Se nos ha cruzado un gato. No me gusta que se nos crucen los gatos. Dan mala suerte. Era un gato pardo. Da igual. Esos dan más mala suerte. El bicho nos ha mirado y se nos ha vuelto a cruzar. ¡Eso es, encima con saña!
Más tarde se nos ha cruzado un gato blanco. ¡Maldito! ¡Esos dan más mala suerte todavía!
Me doy cuenta de que todos los gatos que hay por aquí son muy jovencitos. Con razón: si están pasando unos por delante de otros constantemente, la mala suerte que se pasan unos a otros hará que la mortalidad de la especie sea alta. Con eso en mente, pudiera uno esperar a que el puto gato se muera solo, víctima de sus propios colegas. Pero no: he preferido convertirlo en víctima de mi bota y lo he chutado. Con un maullido de terror ha subido hasta la estratosfera. Por desgracia, a la bajada me ha caido en la cabeza, donde ha empezado a arañarme a cuatro patas hasta dejarme el cráneo pelado y con el cerebro a la vista. ¡Qué mala suerte!


09 de juliol, 2013

Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #26).

Entrada 26.

Hemos pasado por el médico por la mañana. Pero lo hemos ignorado, ya que buscábamos hotel. Evidentísimamente, cuando hemos vuelto por la tarde, el matasanos ya se había marchado. Con toda seguridad, estaría en una clínica privada, atendiendo a una amiga de la duquesa de alba. Hemos aporreado la puerta, pero el médico cabrón lo tenía todo previsto y nos ha tendido una trampa. Hemos sido rociados con el virus del ébola, el escorbuto, el dengue y el resfriado común. Hemos salido de allí hechos una piltrafa y nos hemos ido a la farmacia, el único lugar donde creíamos que podrían ayudarnos. Bueno, pues no. Nos han dado una cremita y a tomar por culo. Nos quedan minutos de vida. Que se sepa que somos dos víctimas más de Rajoy y sus recortes. Fin del diario.