20 de gener, 2015

Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #40).

Dia 20. 

Entrada 40. 

Siguen los obstáculos surrealistas. Por el camino donde bajábamos nosotros ha aparecido una estampida de vacas lanzadas a la carrera, con los cuernos por delante y muy mala leche (estas cosas se intuyen. Algo sé de vacas). Era como en los sanfermines, si los toros fuesen todos en un sentido y los mozos en el contrario.
Hemos tenido que esquivarlas una por una, a velocidad supersónica: una por un lado, otra por el otro, pasando hábilmente entre otras dos...
Como puede intuirse, el ataque era premeditado. Un tipejo con un perro iba azuzando a las vacas contra nosotros. Al verle, hemos saltado a lo “tigre y dragón” y hemos eliminado al tipo con el “soplamocos de la grulla que te pone mirando a Cuenca”.
Sin el fantoche para dirigirlas, las vacas han continuado su estampida sin rumbo ni dirección. De todas maneras, justo antes de pasar, la última de ellas ha soltado un traicionero latigazo con la cola a mi pareja, con tan mala pata que la ha hecho girar con triple tirabuzón y me ha caido encima. Auch.
Me ha roto lo menos 9 costillas. Se acabó el viaje.