18 de novembre, 2005

La canción del viernes (8) “A love supreme: Aknowledgement” de John Coltrane per Peix

¡Feliz viernes!

Para muchos, el jazz es una música hecha para unos pocos; “delicatessens” de intelectuales. Cierto es que este estilo ha flirteado asiduamente con las élites culturales, apartándose de la música popular, en el devenir de su historia, pero no es el coto privado de ningún sibarita. No voy a disertar sobre lo bueno y lo malo del término “popular”, pero si que intentaré rescatar al jazz de este malentendido restrictivo. Basado, en principio, por el uso de la improvisación y las síncopas rítmicas, este estilo musical está en constante evolución y ofreciendo las más diversas posibilidades a nuestros ansiosos oídos. Capaz de saciar diversos paladares, el jazz es una música imaginativa. Que procura al músico el paisaje definitivo para su creación, para inventar su propio camino. Sus aportaciones e influencias al mundo del pentagrama son inigualables e inabastables. Su capacidad para entremezclarse con cualquier estilo musical, ha sido un signo de identidad propia y una fuente de modernidad y vanguardismo. Desde King Oliver hasta Wynston Marsalis, una inmensa lista de grandes artistas han revolucionado, una y otra vez, la historia de este género para nuestro regocijo.



Y para iniciar a los no iniciados, recomendamos, y esto no es fácil entre tanta oferta, un tema del genial John Coltrane. “A love supreme” es su obra más recordada y, seguramente, su creación culminante. De sentido espiritual, este LP explica lo inexplicable. En cada una de sus notas esconde la estremecedora presencia de Dios, convirtiéndose a la fin, en un verdadero homenaje al “rey” de la creación. Parapetado por una suite de cuatro movimientos, Coltrane sacude las emociones del oyente con la ayuda de McCoy Tynner al piano, Jimmy Garrison al bajo y Elvin Jones a la batería. A veces violento, a veces sublime y emotivo, el sonido de este disco ha dejado para la posteridad uno de los mejores momentos del jazz.

El álbum aparece a finales de 1.964 publicado por el sello Impulse. Es recordado como una de las obras cumbre en la historia del jazz. John Coltrane llega a él después de una carrera brillante y elogiada. Comenzó tocando en diversos clubes del sur de Estados Unidos hasta que recaló en la banda de Dizzy Gillispie. Con él estuvo hasta la disolución del grupo a mediados de 1.950. Más tarde, en el verano de 1.955, Miles Davis contacta con él para que se una a su banda; buscaba una nueva formación para dar salida a todas las ideas que su cocina neuronal había estado proyectando. De aquella increíble comunión de músicos nació el disco más influyente del siempre inquieto Davis, “Kind of blue”, inaugurando de esta manera lo que se bautizó como el jazz modal. Después de varias colaboraciones con el astro de St.Louis, Coltrane toca con otros grandes del jazz y compone más de sesenta discos. Su forma de hacer sonar el saxo ha sido loada y glorificada. Fraguando un estilo propio y maravilloso, sus maneras crearon escuela; todos los saxofonistas sueñan con tocar como John Coltrane. El aclamado autor falleció, a causa de un cáncer de hígado, el 17 de julio de 1.967 en Nueva York. Su música y obra son hoy una leyenda imborrable.

1 comentari:

Anònim ha dit...

aha