07 d’octubre, 2005

La cancion del viernes (2) "Rumba argelina" de Radio Tarifa per Peix

¡Feliz y soleado viernes!

En este primer viernes de octubre propondremos un pequeño paseo por la música mestiza, tan de moda entre lo políticamente correcto de las tendencias musicales de la ciudad condal. Una canción popular reinterpretada por “Radio Tarifa”. Un grupo madrileño que elabora su música con exquisita armonía. Con un poquito de música árabe, de ritmos andaluzes, flamenco y una buena pizca de folklore, los músicos superan la simple categorización de “Músicas del Mundo” (o “World Music”, denominación muy amplia y poco definida) para presentarnos el acercamiento de las culturas mediterráneas.



Si, por un momento, nos dejamos llevar por la canción, no nos estrañará experimentar un paseo por una de las laberínticas medinas del Maghreb, un dulze trayecto impregnado de olores penetrantes, sonrisas amables y colores brillantes. Una invitación para olvidarnos del tiempo y las modas pasajeras. Una observación de las raíces que han procurado una rica herencia ibérica con sensibiliadades para la obertura y la tolerancia. En un momento de crisis políticas por el llamado problema de la immigración, un acercamiento al entendimiento, que nos une por lazos ancestrales, nos podría enseñar a vernos no tan diferentes y a encontrar puentes de conexión para tan dispares realidades.

“Rumba argelina” es la pieza que da título al trabajo editado en 1.994 y que inicia la andadura discográfica de un grupo inquieto que más tarde alteró el discurso de su ópera prima para adentrarse en los entresijos de la música ibérica. Un formación de enorme repercusión internacional, que llega a su máximo explendor en julio de 2.004, con su actuación en las celebraciones del 25 aniversario del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas en los Territorios Palestinos . Faín S. Dueñas, Vicent Molino y Benjamín Escoriza nos invitan, con su buen hacer y su apuesta arriesgada, a descubrir una propuesta musical atractiva y irrenunciable.

¡Ele ese gazpacho andaluz! ¡Ele!