30 de desembre, 2005

La canción del viernes (12) “Starman” de David Bowie per Peix

¡Hola a todos y feliz viernes!

En este último viernes de 2.005 recordamos a uno de los músicos más importantes de la música contemporánea. Efectivamente, podríamos hablar de cualquiera de los que tengáis en estos momentos en mente, pero, sin intención de chafarle a nadie la guitarra, esta vez nos estamos refiriendo a David Bowie; el gran David Bowie.

Nacido en Brixton en 1947, este artista multidisciplinar, nunca ha dejado de sorprender, de arriesgarse y de transgredir. Y siempre desde el trabajo, el talento y la calidad. Lo tiene todo, ahí es nada. Inspirado por el jazz, tocaba el saxofón en su infancia, su música ha sido esencialmente progresiva y valiente. Ha buscado incesantemente la vanguardia y la propia catarsis. Evitando el estancamiento y la vida fácil. Siempre en movimiento, alcanzando ese envidiado estado de evolución continua, sus inquietudes y la pasión por la expresión artística le han llevado a modificar los cánones tradicionales y ser un visionario. Muchos, o todos sin saberlo, han seguido, años después, la estela de Bowie. Su nombre estuvo acompañado de otros no menos ilustres; Lou Reed; The Rolling Stones; Queen; Iggy Pop; Andy Warhol; Pete Townshend; Tina Turner, para cerrar las colaboraciones más recordadas de una década prodigiosa, los setenta.

Precisamente en aquella época ve la luz, seguramente, el disco más emblemático de David; “The rise and fall of Ziggy Stardust and the spiders from Mars”. Con una puesta en escena espectacular. Atrezzo, escenarios, vestuario y maquillaje incluidos, el autor acude ante el público representando el papel de un extraterrestre bisexual, venido a la tierra para profetizar el fin de la humanidad. El álbum habla del bueno de Ziggy y de su viaje por la tierra. Un maravilloso metarrelato sobre el rock y para el rock. Finalmente, y como una clara metáfora de los ídolos del rock, Ziggy Stardust es asesinado por sus propios fans. En esta confusión de lo que es real y lo que no lo es, Bowie se aprovecha de su alter-ego para llevar al espectador más allá de los límites de la música moderna. Su originalidad y atrevimiento no pasaron desapercibidos, y la gira que sucedió al LP fue todo una conmoción. Como ya avanzó el propio Bowie, su personaje cayó asesinado por los fans el 4 de julio de 1.974 en el Hammersmith Palais de Londres.

Su polémica frase “El siglo XXI empezó en 1.972”, no ha resultado ser tan equivocada viendo la efervescencia de aquellos días. El disco y la representación de este personaje se han considerado como un de sus mayores excentricidades y genialidades. Siendo un trabajo de referencia en el “Glam-rock”, este disco no tiene desperdicio y os lo recomendamos vehementemente. Así como otras joyas del legendario artista: "Low", "Scary Monsters" y “Honky Dory”. Hoy os proponemos “Starman”, la canción más recordada de aquel espléndido disco.

Cambiando de tercio, desde el equipo que hace posible “La Universal” esperamos que tengáis una noche de fin de año mítica y memorable. Y si no es mucho pedir, que todas las noches del 2.006 sean igual de generosas...

29 de desembre, 2005

Otra de palomitas (cine de videoclub) (5) per Alex

Be, ja he tornat; no es que hagi marxat, es que he tornat al Videoclub. Avui li toca a un dels grans mestres del cinema de les últimes dècades; el gran Tim Burton.

Ahir vaig anar a buscar una peli, i vaig agafar una que em vaig quedar amb ganes de veure al cine: CHARLIE Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATE.

La peli es una faula infantil que el que et ve a dir en el fons es que s'ha de ser bona persona i que maco es viure en familia. Coneixent l'argument, la gràcia hauria d'estar en com expliques aquesta historia de forma amena i divertida. El conte explica la peripecia d'un nen que viu fascinat per la fabrica de xocolata Wonka. Empresa creada per Willie Wonka, a qui ningú ha vist el pel en anys. Un bon dia el sr. Wonka anuncia que entre les seves xocolatines hi ha 5 bitllets daurats, i qui els trobi podrà visitar la fàbrixa Wonka. Els 4 primers bitllets els troben nens despiatats, grassos i rics, i el cinquè, obviament, el troba el protagonista, un nen pobre i esprimatxat. (Que curiós oi?).

Durant la visita ens presenten a un Willie Wonka, que es una caricatura de Michael Jackson. Un paio que viu aïllat entre marionetes i nans (genials, els Wonka Lonkas son el mes destacable de la peli); que no li agrada que el toquin, que odia al seu pare que el va maltractar de petit, i que ho fa tot pels nens. Amb aquesta cara blanca i les seves excentricitats... si no es Michael Jackson, baixi Odín i ho vegi.
Mentre visiten la fabrica, els 4 nens dolents pateixen "accidents" pel fet de ser dolents (arcades) i el nen bo guanya el premi final. Això han estat una hora i quart de peli en que t'han estat ensenyant un mon de nans i xocolata i on no passa res que fagi avançar la pelicula.

Evidentment, tot passa en els ultims 10 minuts. El premi es que el nen es quedarà amb la fàbrica, però com ha de deixar la familia diu que no. El sr. wonka s'estranya, el nen li ensenya que maco es viure en familia, entre rates i menjant cada dia aigua amb cols, i el sr. Wonka es queda a viure amb ells i entre els 2 porten la fàbrica. Ende i Koniek.

Si tot això no ho haguès fet en Tim Burton, la música no fós de Danny Elfman, i el sr. Wonka no fós Johnny Depp; diriem que es un trunyot de la mida d'en Kinkon despres d'una borratxera. Pero com que la música esta molt be, els decorats i el mon creat es visualment molt atractiu, i com que el sr. depp fa una molt bona interpretació... direm que es un cagalló que es deixa veure.

La Viñeta por Fede Majdalani y Jordi Reverte

28 de desembre, 2005

Concurs (3) per Joan Santaló


Hola a tots i bones festes de navidades.

Ja està aquí l'edició nadalenca del concurs més guapo de tota la xarxa.
La última ciutat que buscàvem era Rotterdam, bonica població on les hi hagi. Aquest cop la ciutat és més guachi encara que l'anterior.

Aquestes dues senyores tan maques estan a una bonica plaça d'aquesta població. La pregunta és: Com es diuen aquestes dues senyores? No, home, és broma, aquesta és massa fàcil: es diuen Lourdes i Mariví. El que s'ha d'encertar és el nom de la ciutat on es troben aquestes dones.

I, evidentment, el concurs té premi pel guanyador.

Aquest cop, i com que són dates nadalenques, el premi és un magnífic nino, super complet, d'una Bibliotecària! Sí, senyor, amb el seu ditet dient "calla, idiota", i els seus llibres, i el seu carret, tot molt completet sí senyor; que t'imagines al Skeletor reunit amb el Mantenna a la biblioteca fins que, oh! arriba la bibliotecaria, fugim, fugim!


Ànims a tots i a participar s'ha dit, que el premi s'ho val.

16 de desembre, 2005

La canción del viernes (11) “Expresso 2222” de Gilberto Gil per Peix

Muchas tonterías se han dicho sobre Brasil. De hecho, la imagen de que se exporta al mundo sobre las bondades de sus señorita, los futbolistas, los carnavales y las playas paradisiacas, no representan precisamente el alma y carácter carioca. No trataré de hacer aquí una análisis sociológico sobre el pueblo brasileño, no procede, pero si que voy a desballestar sus tópicos mediante la obra de uno de los artistas más aclamados de los últimos tiempos. Gilberto Gil representa, en parte, el alma de una generación que revolucionó la música brasileira, que innovó, se arriesgó y luchó contra la opresión de un país en manos de unos militares.

Gilberto Gil nace en Salvador (Bahia, Brasil) en 1.942. Desde muy joven despierta su interés por el mundo de la música, el ambiente que se respira en las calles de su ciudad natal contagia a su espíritu inquieto. Más tarde, durante la época universitaria, toma sus primeros contactos con la bosanova y la samba. En 1.964 formó parte del espectáculo musical de Caetano Veloso “Nós por exemplo”, la dictadura militar ya había comenzado y la represión se hacía palpable en todo el estado. Un año más tarde se muda a Sao Paulo y graba “Louvaçao”, una tema que lo lleva a ser una de las figuras más famosas de la canción protesta brasileira. Con él nace la “Tropicalia”, un movimiento cultural que revoluciona el “status quo” del arte en Brasil. Finalmente, en 1.966, graba su primer álbum de estudio, a partir de entonces un régimen celoso de su influencia lo persigue por la “peligrosidad” de sus creaciones. Acaba en prisión junto a su amigo Caetano; los tenían en celdas separadas para evitar una supuesta alianza revolucionaria. Cuando queda en libertad se exilia en el Reino Unido donde conoce y se enamora de la música anglosaxona. A su vuelta compone una de sus obras maestras: el larga duración “Expresso 2222”. Disco que recoge la canción que recomendamos hoy.

La bossanova se recuerda como la canción de la burguesía brasileña, la samba como la música del pueblo, pero el inquietante pulso musical que se vive en el país transciendo todos los marcos y límites que podamos tener acerca de sus músicas. Caetano Veloso, Milton Nacimiento, Astrud Gilberto y el propio Gil son las raíces de una música que está en constante movimiento y crecimiento. Espero que este tema del valiente Gilberto caliente el espíritu de los deseosos de descubrimientos en estos días fríos y gélidos.

02 de desembre, 2005

La canción del viernes (10) “Let me entertain you” de Robbie Williams per Peix

¡Feliz viernes!

Este tema va dedicado a todos los amantes de la diversión.

Una análisis general de la actualidad y de la situación global del planeta puede hacernos caer, si no nos prevenimos, en una profunda depresión. La malas noticias llenan las primera páginas de los periódicos y los avances informativos en la TV. Lo rotativos matutinos tienen más de novela dramática que de publicaciones informativas. Sin faltar al nada desdeñable objetivo de estas actividades, y sin negar la amarga realidad que nos rodea, faltan buenas nuevas en los mass-media. Se echan en falta las noticias alternativas (si, las noticias optimistas ya han pasado a categorizarse como alternativas) y los comunicados originales que nos sorprenden y cambian el pulso de esta sociedad en ruinas. Y sin querer entrar a investigar las diversas realidades sociales (eso haría que dejara la redacción de este reconfortante artículo para perderme en la oscuridad de los laberintos etílicos), sostengo un humilde alegato a la diversión, la risa y el sentido del humor. Estas palabras mágicas, que junto al sexo, el juego, la cultura y el arte forman el refugio del desesperado, la quimioterapia del amargado, son, a día de hoy, uno de los mejores combustibles para el motor de nuestras existencias.

No siendo esta tarea nada fácil, la composición de Robbie Williams provoca la exaltación de nuestro sistema nervioso. Nos envía una invitación sin acuse de recibo para el país de las maravillas. La imaginación, la sonrisa, el riesgo, la risa y el disfrute se manifiestan en forma de canto. Hitchcok, Andreu Buenafuente, Los Hermanos Marx, Woody Allen, George Lucas, Terry Pratchett, Leo Bassi, Bill Watterson, René Goscinny, Roberto Benigni y el mismo Williams, entre otros, han apostado por ello en sus creaciones. Cada cual con su propio discurso, con sus, más o menos honestas, estratagemas para hacernos reflexionar, han intentado plantar la sacrosanta semilla del entretenimiento. Para demostrar que la diversión también puede ser transcendental y espiritual, que no es un género menor. “Paren el mundo que yo me bajo” decía el genio de Groucho, yo les digo: “Bajémonos y participemos de la orgía de la diversión. Tal vez después de ello estaremos preparados para volver a subir”. Buscando en el edén del disfrute, ni que sea de nueve a doce (siempre que nos dejen nuestras apretadas agendas), encontramos la estrecha senda del equilibrio, el antídoto para no caer en el insalvable precipicio de la desesperación.

Robbie Williams publica esta esplendorosa canción en su primer larga duración, “Life thru a lens”, de octubre de 1.997. Después de una corta, pero intensa y exitosa, trayectoria con el grupo “Take That”, decide dar rienda suelta a la energía que guardaba en su interior y que el representante del grupo británico, Nigel Martin Smith, castraba con asiduidad. En 1.995, durante el festival de Glansterbury, Williams deja ver lo que se nos vendría encima: compartiendo escenario con Oasis y para deleite de los presentes, enseña los dientes con la rabia del que se siente liberado. Lo que sigue muchos lo conocéis: éxito, dinero, drogas, sexo, coches deportivos, escándalos y mucho, pero que mucho talento. L’enfant terrible de la música pop ha procurado, con cierta insistencia, material para que los paparazzis llenen de mierda sus infectas revistas. Pero también ha escrito algunas de las mejores páginas de la música contemporánea. Aunque la insultante cifra económica, que su cuenta corriente guarda celosamente, sea una prueba de los millones de discos que ha vendido, su calidad y genio no pueden ser despreciados.

Déjenme entretenerlos con esta pieza del maestro Williams.