04 de juny, 2016

Diario de Jack Murphy (el de la ley de Murphy) por el camino de Santiago (entrada #43) (eventualidades de los viajes 4ª parte).

Décima: terremotos, maremotos, huracanes o volcanes. No falla. Allí donde yo voy, siempre se presenta uno de estos inconvenientes del viaje que acaban alterando ese bello paisaje que tantas ganas tenías de fotografiar.
Los terremotos no son un gran obstáculo. Cualquiera que tenga un sobrino muy movido, sabrá de lo que hablo. Un terremoto de 7 en la escala de Richter equivale al berrinche que se lleva si en navidad olvidas regalarle la playstation “ultimate definitiva de verdad de la buena que si que si y si no que me muera aquí mismito” version.
Para los tsunamis, nada como una buena tabla de surf. La mayor ola es la única buena. Lo demás es de mariquitas.
Los volcanes pueden estar muy calientes, cierto, pero nada que no haya podido experimentar cualquiera que estuviera de servicio en el delta del Mekong en 1972, cuando la aviación llenaba la selva con napalm. Además, a la mayoría de los turistas os gusta poneros al sol para pasar calor como unos capullos, eh, pillines? Pues en ningún lugar va a hacer mas calor que bajo las cenizas de un volcan en erupción. De manera que no os pongais tiquismiquis, poneros mejor el bikini, preparad un cocktail de fantasía y a disfrutar! Eso si, procurad que el cocktail tenga sombrilla. La ceniza volcánica le deja un regusto horrible.
Décimo primera: Abducciones extraterrestres. Esta es la incidencia vacacional más impredecible de todas, si bien puedo asegurar que suele producirse cuando menos te lo esperas. O sea: procurad tener siempre en mente esta posibilidad. Si lo esperais, tal vez no se produzca.
En todo caso, cuando sí se produzca, os informo de como será: estareis en una carretera solitaria, de noche. En coche o sin él. La radio del coche, el motor o cualquier otro tipo de máquina se parará como por arte de magia. Luego aparecerá un misterioso foco de luz y tu, tus acompañantes y tu vehiculo experimentareis una sensación de ingravidez.
Lo primero que debeis hacer cuando esteis a bordo de la nave es preguntar la procedencia del invasor. Es muy importante saber con quien estais hablando y no perder ocasión para hacerle la pelota. Hay dos grandes grupos de extraterrestres: los cabezones y los repugnantes. La mayoría de los cabezones vereis que provienen de alfa-centauri. Es normal, ya que son vecinos nuestros.
Algunos otros proceden de la nebulosa shop'ernakuhn (o algo así). No debeis confundirlos. Es muy importante ya que se odian bastante. Por lo visto el alfa-centauri FC ganó la liga pasada con bastantes malas artes la pasada temporada y los shop'ernakuhn aún no se lo han perdonado.
Bien. Con el debido peloteo, tendríais que ser capaces de llevar la conversación al tema que mas les distrae. El futbol, por supuesto. Cuando hayais logrado crear la adecuada atmosfera de intimidad y compadreo, podreis convencerles de cualquier cosa. Vereis, aunque parezcan una civilización la mar de avanzada y tecnificada, tanto los cabezones como los repugnantes están constantemente buscando excusas para el escaqueo. Yo me libré de ellos convenciendoles de que la especie dominante del planeta tierra eran las sardinas en escabeche. De manera que despues de volver a juntar todos los pedazos de mi cuerpo que tenían ordenadamente diseminados en la mesa de exploración, me devolcieron a mi planeta sano y salvo. El único reucerdo que guardo de ellos es una especie de rubí brillante que me pusieron en el cogote, que brilla con luz propia y que a veces hace "pip".