¡Feliz viernes, de nuevo, a todos!
Más allá de la belleza y del virtuosismo, más allá de la crítica razonable y de los mortales, de la leyenda y la popularidad, allá, en el terreno de los sueños y lo imposible, se encuentran los islandeses Sigur Rós. Un cuarteto capaz de componer canciones tan vibrantes y memorables como la de hoy, una delicia digna del mejor reencuentro para una sección sacada del congelador, resucitada de entre los muertos. Y es que “Hoppípolla” emociona desde su primera nota, desde el primer segundo. Es el testimonio esperanzador de lo que ha de venir, de las sorpresas que nos tiene deparado el futuro incierto de esta música pop, tan maltrecha por la rutina y la mediocridad. Nos llega en este primer viernes de noviembre para pintar el cielo de ocres y turquesas, de nitidez y certidumbre.
Capaces de conmover y renovar, abanderados del post-rock y la música experimental, recogen el testigo de Radiohead para crear una de las músicas más sorprendentes y excelentes de este inicio de siglo XXI.
“Hoppípolla” nace del dico “Takk” en 2005, una masterpiece atronadora e inalcanzable. A la altura, sin duda, de Ágætis byrjun, otro de sus discos cumbre (el primero), llega para no marcharse jamás, para no dejarnos nunca. Una canción que hace enamorarse de la música y de un concepto de arte más allá de los cánones y del prestigio.
Sin complejos, sin prejuicios, sin reparos, hay que dejarse llevar.
3 comentaris:
Quina passada, Peix...esto es volver a lo grande, eh?
Feliz viernes a tothom!!!!
Has tornaaaaaat!!! Te quiero!!!
Gran text per una molt bona música.
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