Día 22. Entrada 44.
Hoy hemos entrado en el camino por una población y, caminando por
ella, nos ha dado una sensación extraña, familiar. Diríamos que ya
habíamos pasado antes por allí. Hasta hemos empezado a
reconocerlo:¡coño, pues claro! ¡el muy barcelonés barrio de
Sarrià! ¡También está en Galicia! Lo que pasa es que los gallegos
se olvidaron de poner el acento en todos los carteles. Imagino que
debe ser por la ausencia de acento abierto (`) en los teclados
locales. La cuestión es que hemos celebrado la feliz doble ubicación
del entrañable barrio de clase alta para coger el metro, y en 10
minutos nos hemos plantado en casa, donde hemos pasado la tarde
tranquilamente, viendo la tele, regando las plantas y aprovechando
para recoger el correo atrasado. Después hemos cogido el metro de
vuelta a Sarriá, y a seguir el camino.
Desde luego, qué lejos parecen estar las cosas a veces y qué cerca
que están en realidad.