Décimo séptima:
Mujeres. Los recesos
vacacionales son proclives a otro tipo de problemáticas. Se diría
que en temporada alta, las mujeres se vuelven locas: la propia decide
que pasa de tí, mientras que las ajenas empiezan a mirarte de manera
libidinosa y a hacerte propuestas deshonestas de folleteo
desacomplejado.
Yo, para ganar tiempo he optado por la táctica del "si". A
cada propuesta que me llegue, la acepto, y me pongo a satisfacer sin
mas a la fémina en cuestión, porque si no, se acaban acumulando,
formando ruidosos tumultos y así, amigos, no hay manera de salir a
disfrutar de las pirámides.
Después, ya en el hotel, cuando tu mujer te pida el divorcio, yo te
recomiendo continuar con la táctica del “si”. Cada cosa que te
haga ella, la vas respondiendo afirmativamente una y otra vez, una y
otra vez:
-¿Así que quieres el divorcio?
-Si.
-Ya. Lo que aquí pasa en realidad es que te estás viendo con otra,
¿verdad?
-Si.
-¡Ahá! ¡Si ya me lo olía! ¡Se trata de esa mosquita muerta del
departamento comercial con sus contínuas idas y venidas a la máquina
del Nespresso! ¡No, si ya me imaginaba que esos escotazos que me
lleva siempre no eran fruto de la casualidad! ¡Todo forma parte del
plan!
-Si.
-¡Pues que te jodan! ¡Esa tía es una burra, que se va a ir con el
primero que le pase delante conduciendo una moto!
-Si.
-¡Ah, lo admites! ¡Admites que es una fresca, una desvergonzada y
que se va con cualquiera!¡Pues,mira ahora ya es tarde para
arrepentirse! ¡Claramente soy lo mejor a lo que podías aspirar en
vida, y ahora he dejado de estar a tu alcance!
-Si.
-¡Y a decir verdad, no se qué vi en ti! ¡Eres un hijoputa sin
escrúpulos! ¡Un inmaduro! ¡Un bruto sin seso! ¡Un pesimista
patológico incapaz de hacer feliz a una mujer!
-Si.
-...
...y así hasta la saciedad. Si realmente te quiere, llegará un
momento que te pedirá que no la abandones, y tu le responderás que
si, cerrando un círculo vicioso tan aburrido como innecesario. Y si
no te quiere... ¿De verdad pensabas pasar toda la vida junto a un
ser tan despreciable? ¡Ten algo de orgullo, joder!
Décimo octava:
aburrimiento supino. Oh si.
Tarde o temprano lo experimentaréis. De repente, aquél monumento
único en el mundo os parecerá que lo tenéis muy visto. O que os lo
imaginábais mas grande. O no tan roto. Vuestra aventura puede
transformarse en un incordio: todo el día sentados en un incómodo
autocar, acompañados de montones de desconocidos para bajar y pasar
tan solo 15 minutos de vuestra vida en un rincón del mundo, oyendo a
un pavo largando sin pausa acerca de lo que vais a visitar si es que
tiene el tiento de callarse antes de que pasen esos 15 minutos y ya
toque volver al autocar.
Las vacaciones pueden volverse un agobio. De repente, ese monumento
único en el mundo que tanto te emocionaba visitar, te parecerá
insulso y mal cuidado. La playa paradisíaca te parecerá
frustrantemente parecida a Castelldefels, la tribu de indígenas se
te antojará una familia normal disfrazada con taparrabos. Nada te
parecerá auténtico, lo mucho que te ha costado el viaje te vendrá
a la cabeza una y otra vez, y pensarás que te habría valido mas la
pena quedarte en territorio conocido.
No hay que desesperar. El aburrimiento viene y va. Hay que estar
preparado para afrontarlo y tener esperanzas de que la novedad y la
emoción pronto regresarán.
Yo he experimentado ese tipo de aburrimiento cuando huía de la tribu
de los bodrongo: los pigmeos de rabo largo del interior de las selvas
de Gambia, durante la celebración de las bodas de ámbar de su diosa
principal Orotoba, en medio de una lluvia de fuego que solo se
produce una vez cada 10000 años. La misma noche en que las criaturas
de la selva se alzan sobre sus patas traseras y recuperan su
capacidad para hablar con palabras humanas.
El tedio me mataba, y es que tanta persecución y tanto ritual eran
para mi algo ya visto.
Bueno, pues creo que ya he hecho un resumen de todo lo malo que puede
suceder y seguramente acabará sucediendo a lo largo del viaje.
Retomo mi reflexión del principio: ¿Porqué ésta ansia por viajar?
¿A qué responde? ¿Qué nos impulsa ? Pues yo os lo diré: ¡No
importa lo malo que sea ir de viaje, quedarse en casa es
infinitamente peor! ¿Sabeis la de cosas que pueden ocurrir dentro de
casa durante las vacaciones? Yo si. Las he contado. Podría escribir
un libro con todas ellas. Pero eso es algo que dejaré para otro día.